Por Carolina Goischke
Este verano varios estudiantes de las diferentes ingenierías del ITAM participaron en programas de intercambio con universidades en Estados Unidos para formar parte en proyectos de investigación. Los alumnos regresaron con enriquecedoras experiencias personales.
Un ejemplo es Karen Poblete, estudiante de décimo semestre de las carreras de Ingeniería en Computación y Telemática. Ella formó parte del programa RU, dirigido a estudiantes que todavía no se han graduado, ofrecido por A&M University en Texas, Estados Unidos. Durante diez semanas, Karla participó en un proyecto de investigación en el que trabajó en el laboratorio Parasol, donde se dedican a hacer algoritmos y programas el movimiento de robots.
La oportunidad se le presentó cuando estaba trabajando en el laboratorio de Robótica del ITAM; Marco Morales, el profesor encargado del laboratorio, quién además estudió su doctorado en esa universidad, le platicó acerca del programa y animó a Karen a enviar su solicitud. Una razón por la que fue escogida para el programa es que ella ya trabajaba con el tema del proyecto. Lo que más le gustó es que tuvo la oportunidad de conocer cómo funciona la investigación en el mundo laboral, y también que puede poner el práctica todo lo aprendido en el concurso de Robocop. Además del aprendizaje y el intercambio cultural, Karen regresó del intercambio con tema de tesis para sus dos carreras y con el deseo de continuar sus estudios en el ámbito de investigación a través de un posgrado.
Andrés Akle, también estudiante del ITAM, participó en el programa Data Science for Social Good, el cual fue organizado por Rayid Ghani, asesor científico de la campaña del 2012 de Obama junto con Eric Schmidt, presidente ejecutivo de Google, a través de la Universidad de Chicago. La misión del programa es dar solución a problemas sociales que existen en el mundo, utilizando las herramientas de ciencias de datos, es decir, utilizar minería de datos, aprendizaje estadístico, computación, e incluso, ciencia política, para resolver un problema social real.
Andrés se enteró del programa a través de Rafael Gamboa, quién fue su profesor de la materia Minería de Datos. Al programa aplicaron más de 600 estudiantes, de 200 universidades de todo el mundo y sólo 36 fueron seleccionadas, 2 de ellos alumnos del ITAM. La mayoría de los participantes eran de programas de maestría y doctorado y sólo 5 de licenciatura. El proceso de selección consistió en dos partes: una aplicación en línea que consistía de datos generales y dos ensayos en los cuales se señalaba la experiencia y la razón por la que se deseaba entrar al programa. La segunda parte fue una entrevista por Skype con uno de los organizadores.
Los 36 participantes se dividieron en 12 equipos y cada equipo contaba con un mentor experto en el problema que se plantearan resolver. A cada equipo se le asignó una compañía o agencia de gobierno con la que trabajaron. A través de largas pláticas con estas compañías o agencias se definió de manera más específica el problema para iniciar el trabajo.
Andrés nos cuenta con sus propias palabras el trabajo que le fue asignado a su equipo: “El problema que nosotros atacamos fue tratar de reducir el amontonamiento dentro de los camiones de la ciudad de Chicago, es decir, reducir el número máximo de pasajeros en ciertas partes de ciertas rutas de camión, a ciertas horas. Nuestro socio durante el verano fue el la agencia de gobierno CTA (Chicago Transit Authority). La manera en la que comenzamos a dar solución al problema fue simulando cada ruta y sus relaciones con otras.”
Las actividades realizadas dependieron mucho del problema que definió cada equipo y de la cantidad de información que se tenía disponible. En el caso de Andrés, la primera semana su equipo se dedicó a aprender las herramientas computacionales que necesitarían para todo el programa. Las siguientes semanas exploraron los datos disponibles y crearon modelos matemáticos para realizar la simulación y crear una aplicación web para desplegar los resultados.
La aplicación está actualmente siendo utilizada por la Autoridad de Tránsito en Chicago (CTA por sus siglas en inglés).
En cuanto a todo lo que aprendió durante el programa, nos menciona: “Es difícil decir cómo podría aplicar lo que aprendí a mi carrera. Yo creo que es más importante aprender más durante la carrera y aplicarlo al salir de la universidad para ayudar a resolver problemas sociales en México. Las herramientas que aprendí durante el verano son muy valiosas ya que son la base para poder resolver varios problemas sociales en México y hacerlo basados en información y no en opiniones. Esto finalmente lleva a crear políticas con sustento en datos.”
Además de trabajar en el programa, Andrés pudo aprovechar los fines de semana para viajar y conocer nuevos lugares; inscribirse en este tipo de programas es algo que le recomendaría a todos los estudiantes, pues México necesita gente con conocimientos técnicos que también entiendan los problemas de forma humana, para resolver los problemas sociales del país con innovadoras herramientas que ofrecen estos programas.
Jorge Alberto González, estudiante de Ingeniería en Computación, participó en un programa de verano creado por Microsoft en el estado de Washington. El proyecto en el que le tocó trabajar trataba acerca de la recopilación de información del WiFi en los teléfonos móviles. Recalcó que los resultados de este proyecto van a ser de gran utilidad para que Microsoft pueda mejorar la calidad de sus teléfonos.
El proceso de selección fue bastante largo y consistió en tres etapas. La primera fue una breve entrevista en el ITAM; en la segunda etapa fue una entrevista en las oficinas centrales de Microsoft en Santa Fe, y la tercera etapa se realizó en Puerto Vallarta, la empresa pagó todos los gastos del viaje, y se realizaron cuatro entrevistas de una hora cada una, donde también les presentaron a los contendientes problemas y casos a resolver.
Nos contó Jorge que esta práctica ha sido una de las mejores experiencias que ha tenido; fueron tres meses de intenso trabajo pero también conoció a muchos jóvenes de todo el mundo. Al programa asistieron más de 2000 internos de todo el mundo y se organizaban varios eventos recreativos para juntar a los jóvenes. “Conoces a gente de todo el mundo, es muy interesante cómo, a pesar de las diferencias de idiomas y cultura, nos entendemos, pues compartimos la pasión por la tecnología y la programación. Había muchas actividades para todos los gustos; partidos de frisbee, fútbol, juegos de mesa y muchas otras cosas.”
El evento más grande fue una fiesta que acabó con un concierto privado de Macklemore y Deadmau5 y, además, a cada interno le regalaron una tableta Surface y un Winows Phone.
Jorge recomienda a todos los estudiantes a inscribirse a este tipo de prácticas porque son experiencias muy enriquecedoras y pueden aprender a aplicar lo que han aprendido en su carrera. En particular, las clases de Rafael Gamboa le sirvieron mucho para tener un buen desempeño en el programa.