De 8.30 a 13.30 h
Una economía que crece al tres por ciento anual duplica su tamaño aproximadamente cada veinte años. Suponiendo que el consumo de energía creciera a la misma tasa, el consumo de energía se duplicaría también aproximadamente cada veinte años, con los consecuentes impactos ambientales (globales, regionales y locales). Habría otros impactos considerables; por ejemplo, en el caso de países importadores de energía primaria (México importa el sesenta por ciento del gas natural que consume), los riesgos por interrupción de las importaciones podrían crecer.
La transición energética implica un cambio de un sistema dominado por energías fósiles hacia un sistema que utiliza predominantemente fuentes no fósiles de energía, y el aprovechamiento de las oportunidades que ofrece el aumento de la eficiencia y la gestión de la demanda energética. La transición energética tiene diversos beneficios, entre otros: ambientales, de seguridad energética, de desarrollo tecnológico y de acceso a fuentes de energía de parte de comunidades marginadas. Lo que hace suponer que para sostener el desarrollo económico de largo plazo es imperativo que México desarrolle su capacidad para el aprovechamiento de energías limpias y aumente la eficiencia energética de sus procesos de producción y consumo.
El seminario analiza las implicaciones de la transición energética en la política de cambio climático de nuestro país. En la primera parte del seminario se presentarán las políticas para promover la transición y se analizarán los impactos de sus tres componentes (generación limpia, eficiencia y gestión de la demanda) sobre las emisiones de gases de efecto invernadero. En la segunda se discutirán aspectos sectoriales de la transición energética.