La noción de participación en Santo Tomás de Aquino tiene sus raíces en la doctrina platónica de la imitación del mundo sensible con respecto al mundo de las ideas que, a su vez se origina de la polémica entre Parménides y Heráclito sobre la relación entre los Uno y lo Múltiple. Santo Tomás realiza una labor de síntesis aunando, a las aportaciones ya mencionadas, la doctrina aristotélica del acto y la potencia para ofrecer una visión omnicomprensiva de la realidad que abarca desde el mundo sensible hasta las realidades rascendentes tanto angélicas como divinas.