De 12.00 a 14.00 h
Finito e infinito no se oponen como si fueran polos de una relación: “Lo infinito supone lo finito que amplifica infinitamente” Las viejas disputas sobre el objeto o el sujeto de la ciencia —en especial de las ciencias sociales— tienden a romperse mediante el “recibimiento del rostro”. En Lévinas el término Infinito no se convierte en un pretexto ideológico para defender la inagotable existencia de una entidad superior; por el contrario, es un esfuerzo honesto por situarlo en el ser de carne y hueso, con un rostro que demanda una respuesta, una voz que no se agota en lo dicho y una responsabilidad en la acogida. Queda finalmente reflexionar sobre si, en estas condiciones, es posible un conocimiento de Dios o, por el contrario, estamos condenados a la incertidumbre.