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In Memoriam Rafael Morones 1945-2015
Oficina de Comunicación
Viernes 1 de enero de 2016
0:00h

Por Ramón Espinosa

Conocí a Rafael Morones en enero de 1988. En aquel entonces ambos éramos profesores de tiempo parcial en el ITAM. Nuestros respectivos cursos eran martes y jueves a las 9 de la mañana, pero acostumbrábamos llegar al ITAM desde antes de las 8:30. Nos veíamos en Control de Listas donde platicábamos mientras tomábamos un café antes de que comenzaran nuestras clases. Así comenzó una amistad que habría de durar casi 28 años.

Después de terminar sus estudios de Ingeniería Química en la UNAM, Rafael fue a la Universidad de Glasgow, en Escocia, para realizar un doctorado en Mecánica del Medio Continuo. Allá conoció a Joy MacNiven, con quien se casaría y tendría dos hijos: Julián y Rebeca. Al regresar a México, Rafael se incorporó a la Facultad de Química de la UNAM, como profesor de tiempo completo.

A fines de los años ochenta Rafael reprobó a varios alumnos en un curso de maestría. El director de la Facultad le pidió que los pasara, pues esos alumnos trabajaban en el Instituto Mexicano del Petróleo y realizaban el posgrado mediante un convenio firmado entre ese organismo y la Facultad de Química. Rafael se negó rotundamente. Los alumnos no habían hecho ningún esfuerzo por aprobar el curso. Las calificaciones no se podían regalar. La calidad académica no debería estar sujeta a compromisos políticos. Como resultado la dirección decidió recortar el presupuesto asignado al área donde trabajaba Rafael, limitando su posibilidad de seguir haciendo investigación y con ello su posibilidad de crecimiento académico.

Rafael platicó de su descontento con su amigo Julián Meza, que era profesor de tiempo completo del ITAM. Julián le platicó que había una licenciatura de Matemáticas Aplicadas en el ITAM y le aconsejó que viera la posibilidad de trabajar en el Departamento Académico de Matemáticas. Así fue como Rafael se contactó con la Dra. María Trigueros, Jefa del Departamento Académico de Matemáticas y con el Dr. José Luis Farah, que acababa de ser nombrado Director de la Licenciatura en Matemáticas Aplicadas, quien le sugirió que impartiera un curso de Ecuaciones en Derivadas Parciales como materia optativa. Recuerdo que Rafael estaba muy contento con el grupo de alumnos que tenía. A fines del semestre me enseñó con orgullo las calificaciones de los exámenes parciales. Casi todos los alumnos tenían nueves y dieces, a pesar de la dificultad de la materia y que él era muy estricto.

En agosto de 1988 Rafael Morones se incorporó al Departamento Académico de Matemáticas como profesor de tiempo completo. Impartió los cursos de Sistemas Dinámicos, Cálculo Diferencial e Integral y Geometría Analítica, además de dirigir tesis y participar en exámenes profesionales. De agosto de 1994 a julio de 1995 fue Jefe Interino del Departamento Académico de Matemáticas. Rafael realizó algunas estancias sabáticas en Reino Unido, trabajando con el grupo de Matemáticas Industriales de la Universidad de Southampton. En México realizó varios talleres donde los alumnos resolvían problemas industriales reales.

Rafael tenía una casa en el Ajusco, la cual disfrutaba enormemente en compañía de su familia. Él mismo diseñó un sistema para recolectar agua y purificarla. Durante algún tiempo su esposa Joy impartió clases de inglés en el ITAM como profesora de asignatura. Sus hijos Julián y Rebeca estudiaron en el ITAM la Licenciatura en Matemáticas Aplicadas. Con el tiempo ambos emigraron a Europa, aprovechando su condición de ciudadanos europeos.

Rafael Morones era un hombre reservado, íntegro, comprometido con la verdad, preocupado por los problemas sociales. Era defensor del software libre. Le gustaban los deportes, en particular le gustaba correr. También le gustaba ver el futbol de Europa, su equipo predilecto era el Arsenal de Inglaterra. Disfrutaba mucho de la compañía de sus amigos en el ITAM, en particular las comidas de Junta de Facultad. Tenía un peculiar sentido del humor cargado de ironía.

Rafael Morones se jubiló del ITAM en agosto de 2012, después de 24 años como profesor de tiempo completo. Vendió su casa en el Ajusco y en enero de 2013 se fue a vivir a España con su esposa Joy, para pasar los últimos años de su vida cerca de sus hijos. En España vivió primero en la ciudad de Cádiz y luego en una pequeña ciudad de nombre Chiclana de la Frontera. Le gustaba caminar en la playa, paseando a sus perros.

Rafael Morones nació el 24 de octubre de 1945, el mismo día que se fundó la ONU. Murió unos días después de cumplir los 70 años, el 22 de noviembre de 2015. Sus colegas, estudiantes y amigos lo recordaremos siempre con cariño.