Por Karla Yee Amézaga
El actor Gael García Bernal y la productora Canana –fundada por él y Diego Luna- presentaron la película “No”, acompañados por los profesores del ITAM: Duncan Wood, Jesús Silva-Herzog y Patricio Sepúlveda. La velada, guiada por Duncan Wood, fue una amena pero reflexiva discusión acerca de lo sucedido en Chile en el año 88.
Gael García, actor principal de la cinta, explicó que una de las cualidades que tiene esta película es haber sido filmada con una cámara de la época, lo cual la dota de mayor realismo.
Karla Yee: ¿Debe ser el cine un actor socialmente responsable?
Gael García: No, porque el buen cine no cuida los buenos modales, tiene que hacer las preguntas difíciles, las preguntas complicadas, y en ese sentido creo que añadirle responsabilidades sociales al cine es llenarle una carga bastante pesada y que obstaculiza muchísimo el proceso creativo. Realmente te diría que el cine no cambia las cosas, si el cine las cambiara viviríamos en una época del lejano oeste, todo el mundo tendría la verdad bajo el brazo. Pero sí te puedo decir que el cine ha cambiado de manera sustancial, hay películas que me cambiado a mí, he ahí la división. El cine como consecuencia artística ocasiona un cambio: sí. El cine como consecuencia artística tienen una responsabilidad en el cambio social: te diría que no, porque se vuelve algo pesado y contraproducente.
K.Y.: ¿Crees que este cambio que genera el cine en las personas puede ayudar a formar mejores ciudadanos o contribuir a generar un sistema político más democrático?
G.G.: Pues la cultura en sí es el cimiento de toda política pública, es fundamental, fundamental para sustentar todo mecanismo, todo tecnicismo, ya sea económico, social, educativo. Es una de las ruedas que tiene que acompañar a todo este tipo de cosas. Sin eso estamos un poco perdidos, es más, podría decirse que sin la cultura no hay política, no hay política real. Las elecciones devuelven lo que desgraciadamente se han convertido, en un mercadeo, en un juego de quien vende mejor, y no necesariamente quien propone las mejores cosas.
K.Y.: ¿Porqué la gran difusión de “No” en las universidades? ¿Qué crees que puedan aprender los jóvenes del contexto social de las pasadas elecciones, de lo que se vivió en Chile?
G.G.: Más allá del retrato histórico creo que lo que ocasiona es una discusión pertinente a lo que la juventud se está preguntando en todo el mundo, que es un cuestionamiento serio acerca de la democracia y creo que la película incita eso, invita a la reflexión, van a aprender pero van a haber más preguntas abiertas.