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Entrevista a Petra Hernández Pérez
Oficina de Comunicación
Lunes 5 de mayo de 2014
0:00h

Por Alejandro Durán Carreté

Petra entró al ITAM en el 2001, donde inició laborando en la biblioteca de Santa Teresa por dos años. Hasta que la licenciada Catalina Jaime Álvarez le pidió que se uniera al equipo de la biblioteca de Río Hondo, la Raúl Baillerès Jr., en el año 2003 y desde entonces su paso por esta institución ha sido ininterrumpido.

Petra divide su tiempo en cinco pasatiempos: disfruta del deporte, especialmente el futbol (tanto en la tele como con sus hijos), gusta del cine, de la música, de las artes plásticas y de la familia. Tiene dos hijos y gusta de verlos crecer, hacer deporte y como se desempeñan en sus escuelas pues uno de ellos ya estudia en la universidad.

En cuanto a sus compañeros de trabajo los considera una segunda familia, por el apoyo, la ayuda que prestan, el trabajo en equipo que desempeñan y el tiempo que pasa con ellos. Por otro lado, se llena de orgullo cada vez que puede observar el paso de los estudiantes que van de unos novatos a unos jóvenes  que se gradúan y después ocupan puestos importantes en todo el mundo.

Entrevista

Alejandro Durán: ¿Cuándo entró a trabajar al ITAM?

Petra Hernández: Yo ingresé aquí a la biblioteca el 2 de enero del 2001

AD: ¿Cuál ha sido su experiencia aquí?

PH: Claro, me gustaría empezar diciendo que estoy muy agradecida con la licenciada Catarina Jaime Álvarez (la capitana en jefe de esta unidad) por darme la oportunidad, porque he tenido un crecimiento  y aprendizaje continuo tanto de las fuentes de información de la biblioteca como de los usuarios.

Lo que me ha sido más relevante todos estos años ha sido el trabajo con todo el equipo, con quien he podido desarrollarme cada día.

AD: ¿Siempre ha trabajado aquí, dentro de esta sección de la biblioteca?

PH: No, yo inicié en el campus de Santa Teresa en el área de Servicio Social público. Después me pude venir a Río Hondo en el 2003, justo cuando acababan de abrir la biblioteca remodelada. Es decir estuve dos años trabajando allá y ahora he estado aquí de manera ininterrumpida en el área de Recuperación de Información.

AD: ¿Cómo es la relación con sus compañeros?

PH: Es muy importante que lo digas, con ellos también tengo un aprendizaje continuo. En si el equipo de personas de la biblioteca es muy valioso porque todos somos diferentes pero al mismo tiempo, con esas características nos complementamos. Es interesante ver como cuando alguien entra a la biblioteca no puede ver todo el personal y el esfuerzo que se necesita, pero somos varios y tal vez, por eso no se nota tanto (pero cuando nos reunimos todos en grupo se puede apreciar). Cuando entré conté con ellos para que me enseñaran lo necesario y además me brindaron su apoyo. Con ellos tengo todos los días una retroalimentación continua y ayuda (siempre nos brindamos ayuda los unos a los otros).

AD: ¿Y la relación con los alumnos?

PH: De los alumnos he logrado aprender, a través de sus tesis, trabajos y tareas, los temas que están viendo en clase. También he podido reconocer las emociones de los alumnos en temporadas de examen mediante las confesiones que hacen cada vez que vienen. Por ejemplo, a veces vienen y comentan “Estoy preocupada porque”:  “en tal materia ando mal”, “la novia me estresa”, “los papás me presionan mucho”. Y esta interacción con los alumnos nos enriquece porque podemos observar el valor humano que tienen esas personas y se puede ver mediante la manera en la que afrontan los alumnos las exigencias de esta institución que es de alto nivel. Se necesita mucho estudio, mucho trabajo y mucha dedicación pero también la parte humana.

Aprecio mucho cuando se acercan no solo para entrar a la base de datos o para conocer estados financieros, sino también cuando vienen y me platican y puedo conocerlos como personas. Hay algunas personas que incluso conozco sus nombres y he convivido con ellas aquí. De hecho, cuando me invitan a sus exámenes profesionales me siento muy honrada, más que nada porque puedo ver su crecimiento, su desarrollo y también veo como cuando ya se titularon están listos para volar. De hecho hay gente que regresa varios años después para comentar cómo les ha ido y hay gente con muy buenos puestos o emprendedores e incluso hay gente en otros países.

AD: ¿Cómo se percibe la semana de Economía en la Biblioteca?

PH: En la temporada de exámenes, generalmente a mediados de mayo o en las primeras semanas de diciembre, una puede sentir el ambiente; de hecho, también la histeria se contagia entre el personal, es como una catarsis. Y me gustaría poderlos apoyar más en esas épocas, porque no nos gusta verlos deprimidos, asustados o enfermos (porque hay gente que incluso se pone mal de la garganta o del estómago), pero lo único que podemos hacer para ayudarlos en mantener el buen funcionamiento de la biblioteca, a través del silencio o del préstamo de ciertos materiales que pueden ayudar bastante.

Incluso me he llegado a sentir angustiada porque escucho que es la última oportunidad que tienen para pasar una materia porque si no, dejan de estar en el ITAM, o también me he sentido orgullosa cuando los veo salir adelante o cuando los veo venir de lunes a sábado sin fallar. A este tipo de niños los llamamos de cariño “los adoptados” porque prácticamente si pasáramos lista no tendrían faltas.

AD: ¿Cómo es su vida fuera del ITAM?

PH: Soy una persona muy feliz porque tengo en mi familia un motor que me ayuda a seguir adelante. Tengo dos hijos: Rodrigo de dieciocho años que estudia Negocios Internacionales y Fernando de quince que estudia la preparatoria. Y me siento orgullosa de ellos porque en vez de dedicarse a las fiestas y salidas se han enfocado en el deporte y el estudio, lo que me ha ayudado a acercarme más a ellos. Han pertenecido a las selecciones de futbol de sus escuelas, incluso han ido a torneos en Estados Unidos o a nivel nacional a Puebla. Y su experiencia les ha enseñado a saber ganar, a saber perder y a tener disciplina.

AD: ¿Qué pasatiempos tiene?

PH: Básicamente tengo cinco hobbies. El primero es el futbol, disrfuto ver al América, al Manchester United y al Barcelona pero más que nada me gusta jugarlo y ver a mis hijos practicarlo. El segundo es el cine; aprecio la característica de que en dos horas se puede contar una historia de una manera tan completa que parece una historia de una vida entera, por un momento te llevan a esa historia, le la cuentan y te deja un aprendizaje. El tercero son las artes plásticas, la pintura, el tejido (artesanal o indígena) o el bordado. El cuarto es la música y el baile. Me gusta escuchar el rock-pop, tanto en español como en inglés de los ochentas y noventas. Ese más también es mi perfil. Aunque la música de orquesta o hasta la Banda el Recodo lo puedo disfrutar. Y mi último pasatiempo es el tiempo que paso aquí, porque me gusta estar en la biblioteca, me hace sentir en familia.

AD: Agradezco el tiempo que dedicó a darme esta entrevista

PH: Muchas gracias.