Egresado del ITAM y de la Universidad de Chicago, el Dr. José Gabriel Martínez, es experto en capital laboral, donde incluso acaba de publicar un artículo acerca del valor de una vida estadística. El doctor nos compartió su perspectiva de la maestría en Políticas Públicas de esta institución.
Karla Yee: ¿Por qué es necesario formar profesionistas con conocimientos de cómo diseñar, implementar y evaluar políticas públicas en México?
José Gabriel Martínez: Todas las cuestiones públicas, tanto los gobiernos, como ONGes requieren de profesionistas sumamente sofisticados para manejar problemas de riesgo, problemas de ecología, gravámenes o compras públicas e incluso de comunicación social. Esto es porque los gobiernos han dejado de ser cada vez más proveedores de servicios y se han enfocado en la regulación y en el control político.
KY: ¿En qué consiste la maestría en políticas públicas del ITAM?
JGM: Esta maestría utiliza las fortalezas del ITAM (una fuerte escuela de economía y de desarrollo legal), y además tiene el mismo método que las principales universidades del mundo, esto es que tiene un enfoque prioritario en: economía aplicada, estadística aplicada, política aplicada y derecho aplicado al gobierno.
KY: Platíquenos un poco del método que piensa usar
JGM: Hay algunas maestrías de políticas públicas que se enfocan más en el libro de texto pero la del ITAM tendría una método de estudio basado en casos, porque queremos enfatizar las aplicaciones, para que los estudiantes desde el día uno estén acostumbrados a lidiar y a solucionar problemas reales.
KY: ¿Qué perfil busca esta maestría?
JGM: Vamos a traer una buena cantidad de personas que ya trabajan: en áreas legales, sociales, en ONG o en corporaciones privadas.
KY: ¿Cuál es el perfil que van a tener los estudiantes al egresar y en qué sectores laborales podrán incursionar?
JGM: Los estudiantes egresados habrán aumentado su capacidad de análisis y de mezclar conocimientos de distintos campos. Las licenciaturas e ingenierías en México suelen ser muy especializadas, así que dejan de lado la capacidad de resolver casos prácticos, el alumno egresado como maestro podrá ver a corto y largo plazo y resolver este tipo de problemas.
Por estas cualidades se podrán desempeñar en el ambiente de medios, de burocracias o congresos.
KY: ¿Esta maestría sirve para quienes buscan hacer después un doctorado?
JGM: Una de las fortalezas del ITAM es que garantiza un desempeño académico elevado. Las maestrías tienen la ventaja que aceptan a gente con metas personales distintas (habrá gente que busque dedicarse a la política práctica o gente que busque trabajar en una dependencia). Por lo tanto habrá una cantidad considerable de gente de universidades de todo México y de todo Centro y Sudamérica que vea la universidad como una plataforma para hacer un doctorado.
KY: ¿Cuál es su formación académica y su experiencia laboral?
JGM: Yo estudié la licenciatura en economía en el ITAM, presenté mi tesis en el año 83 sobre la caída de la fecundidad, en una época donde en esta universidad se estudiaban las cuestiones macroeconómicas. Después de esto me fui a estudiar el doctorado a Chicago donde me di cuenta que había otros enfoques más. Me dediqué a temas laborales, de organización industrial. Y a partir de mi graduación me he dedicado a temas laborales y de organización, que son campos amplísimos.
KY: ¿Cuándo comenzó a laborar en la planta docente del ITAM?
JGM: En el ITAM he dado clases de forma casi continua desde que regresé de mi doctorado. Inicialmente daba un poco más los cursos de economía y econometría. Pero últimamente me he enfocado en cursos de regulación, organización industrial y en economía laboral.
KY: ¿Nos podía platicar de su experiencia dentro del ITAM?
JGM: El ITAM siempre ha tenido un lugar extraordinario en mi desarrollo profesional. La posibilidad de haber hecho un doctorado en Chicago se lo atribuyo en una muy buena parte a esta institución.
La vida es aprendizaje y he tenido suerte porque tuve profesores que eran gente de primera que eran extraordinarios en el sentido académico.
KY: Cuéntenos acerca de sus publicaciones más recientes, así como los premios y distinciones que haya recibido por su trabajo académico
JGM: El gran descubrimiento en mi carrera es haberme dado cuenta que la economía se aplica al mundo real. Uno de los artículos que publiqué recientemente trata acerca de importancia de la longevidad en México, lo cual me basé en métodos de economía laboral (la economía laboral se basa en la valuación del tiempo de las personas). Una cifra interesante de estos trabajos es que el valor de una vida estadística nacida en 1930 (año en el que nació mi papá), contrastado con alguien que nació en 2010 (año en el que nació mi hijo) es una diferencia de 250,000 dólares. O que dice que por ochenta años de diferencia, va ha haber una mejor calidad de vida por servicios de salud, transporte y tecnológicos que ha habido.
Ahora hay un problema muy claro de política pública: el número de automóviles ha aumentado en seis veces, contra el número de carreteras que ni siquiera se ha duplicado y las alternativas de transporte no han sido satisfactorias.
KY: ¿Cuáles cree que sean las áreas donde se deba implementar con mayor urgencia la política pública en México?
JGM: Hay varios temas, pero en mi opinión, creo que el capital humano es el instrumento fundamental del bienestar. Tenemos programas muy importantes de regulación de capital humano. Las universidades funcionan todavía con modelos que tienen cientos de años cuando ha habido un cambio social enorme, por ejemplo en la longevidad. Por esto mismo es difícil que las mujeres puedan comenzar a trabajar o hay brechas de problemas de racismo y etnicidad. Nuestras instituciones trabajan con modelos desactualizados y las políticas de planeación y contratación son muy graves. Un ejemplo de esto es la línea doce del metro donde se conocía que debía hacerse pero algo falló. Esta maestría planea crear una solución con modelos más nuevos.