De 13.00 a 14.15 h
B1

En la universidad siempre es fácil culpar a alguien: los alumnos no estudian, los profesores no preparan las clases, la encargada de tal cosa no hizo bien su trabajo... Siempre las problemáticas son culpa de alguien más . Pero ¿y si el problema no fueran ellos, sino la manera en que gestionamos la institución? En esta charla cuento cómo usamos algunas herramientas de matemáticas aplicadas —desde gráficas hasta cadenas de Markov y algoritmos de optimización— para evidenciar que algunos de los “vicios” universitarios no son falta de ganas, sino estructuras mal diseñadas y decisiones subóptimas. Y lo más divertido: cómo con cambios pequeños en esas estructuras logramos cosas que no se consiguen con regaños, culpas ni nuevos reglamentos.