Durante las últimas tres semanas de julio el ITAM llevó a cabo el Camp de verano impartido por Mad Science para los hijos de exalumnos y facultad de la institución. Mad Science Group Inc. es una empresa internacional con franquicias en todo el mundo que acerca a los niños y la ciencia de una manera diferente y divertida. Ya sea mediante experimentos llamativos o por juegos ayuda a los niños a entender fenómenos físicos o químicos.
En estas semanas se impartieron los cursos “El espacio y más allá”, “Ciencia en Movimiento” y “Locos por la Química” en los que los niños aprendieron sobre fenómenos astronómicos, mecánica y propiedades químicas que pasan frente a nuestros ojos todos los días. Los niños además obtuvieron un diploma por Mad Science y otro diploma de participación avalado por la NASA si asistieron al curso “El espacio y más allá”.
Junia de 11 años fue una de las participantes del curso “El espacio y más allá” y nos dijo que le gustó lo que aprendió. Entre las cosas que más mostró interés fue en la recreación de un meteorito que entraba a la atmósfera, esto fue representado mediante un tubo con ciertos líquidos que simulaban la atmósfera y un hielo que simulaba el meteorito. Junia también dijo que le gustaría regresar el siguiente año para seguir aprendiendo más.
Santiago, también de 11 años, comentó que estuvo “padre y divertido” el camp de verano. Nos contó que el experimento que más le asombró fue la recreación de una nebulosa mediante alcohol médico, colorante y bórax. Además comentó que le gustó que hubiera más niños de su rango de edad con los cuales pudo jugar y aprender cosas nuevas y divertidas.
Julián, de 5 años, comentó que su actividad favorita fue cuando utilizaron poliacrilato para encapsular agua de diferentes colores y crear un arcoíris. Le pareció una actividad fácil de realizar y afirmó que volvería el siguiente año.
A José Roberto, de 5 años, le impresionó la "mano robótica naranja" de los laboratorios de ingeniería y le gustó un experimento que "le ponía gotitas a la probeta", después mencionó que le había gustado tanto que volvería el próximo año y agregó que de grande sería padre hacer algo relacionado con la química.
Victoria, de 6 años, vino a todos los cursos. A ella también le gustó el laboratorio de ingeniería y aprendió a hacer burbujas blancas agregándoles hielo seco. Además descubrió que una sustancia se neutralizaba si "pones bases y la juntas con ácidos".
Gabriel, de 5 años, es hijo de un papá químico, por lo que ayudaba a sus compañeros a que aprendieran. A él le gustó un experimento con un "ácido rojo" que puede desmayar gente. Ese ácido se llama amoniaco. Gabriel también estuvo en el curso "El espacio y más allá", pero mencionó: "los dos me gustaron igual".