Hace cien años, en noviembre de 1913, el gobierno de Victoriano Huerta se encontraba en uno de sus momentos más críticos. Si bien en su informe presentado al Congreso el 16 de septiembre de ese año había destacado sus logros en el ramo de la política exterior y en su campaña pacificadora, la realidad era muy diferente. El gobierno de Estados Unidos no le había otorgado el reconocimiento, y la pacificación no existía, pues el Ejército Constitucionalista, comandado por el Primer Jefe Venustiano Carranza, cuyo objetivo era restablecer la legalidad y derrocar Huerta, sumaba triunfos y controlaba cada vez mayores regiones del territorio nacional. Este Foro reúne a los historiadores citados para analizar esa etapa de la lucha contra el presidente ilegítimo.